El pasado 21 de marzo inauguramos la Primavera en TuComex con una divertidísima cata de vinos internacionales a ciegas.

Pudimos degustar vinos de todas las latitudes del mundo a través de un juego que aunaba preguntas de cultura general del mundo con habilidades como el reconocimiento de sabores ácidos o tánicos, olores afrutados, colores más dorados o perlas, o tonalidades del rosa al rojo rubí.

Fue todo un homenaje al mundo del vino. Algo que los de TuComex amamos especialmente, como bien sabéis, y es que un gran vino surge de siglos de trabajo.

Justo por ello, nos deleitamos del sabor de la uva Pinot Noir, la favorita de nuestra Directora General, Cristina Peña, y de nuestro Area Manager de Francia, Gonzague Masquelier, que la encuentran sutil y elegante.  Y justo con esa uva pudimos degustar un vino de La Borgogna francesa, un Bourgogne Pinot Noir de Valentin Vignot, además de conocer mucho más sobre la historia de cómo los monjes de Cluny, hace más de 800 años, ya comenzaron su I + D con la creación de nuevas combinaciones de cepas y terroir.

Estos monjes plantaron viñas, porque el vino era necesario para el culto, y lo ofrecían hospitalariamente en los monasterios y, a la vez, les suponía ingresos .

Los vinos de Borgoña son un tesoro, fruto del Ora et Labora, donde se trabajaba la tierra con el ánimo de obtener un vino magnífico e irrepetible, que no podría sino ser el mejor regalo para reyes, papas y nobles. Como anécdota, Gonzague nos anotó una información curiosa e inspiradora:

“Cuenta la leyenda que los monjes olían las raíces de las viñas (incluso algunos creen que probaban la tierra) para decidir cuáles eran los mejores terrenos. Una vez identificados, los vallaban, delimitándolos con la construcción de un muro. Estas parcelas delimitadas por un elemento físico se llaman Clos. La relación de los monjes con el campo y la elaboración crean líneas de especialistas, que son transmitidas a la siguiente generación dentro de la congregación. Nace la cultura de la elaboración de vino. Controlan el lugar de origen, la producción, la comercialización y el prestigio del producto”.

Probamos también un vino de Nueva Zelanda: Un Sauvignon Blanc (uva francesa) de las bodegas Fernway, un vino con una aroma afrutado exquisito, con recuedo a cítricos, manzana verde, melocotón, pero también a fruta tropical como mango o guayaba. El gusto era seco y con cierta acidez, pero bastante ligero y fácil de tomar.

Luego le llegó el turno a un vino de Sudáfrica: El classic Red Blend de 2021 de bodegas Roodeberg, de Western Cape, con una combinación de uvas muy interesante como es la Shirah (recordemos que es distinta la uva Shirah de latitud sur que la Syrah de latitud norte), Cabernet Sauvignon y una uva que da mucha identidad como es la Petit Verdot. Era un vino seco, con un color rubí muy apetecible y toques de frutos rojos.

Como sorpresa absoluta, pudimos probar un vino chino: Noble Dragón de Changyu. La Dirección de TuComex ha viajado a China en múltiples ocasiones y allí ha podido degustar un cerveza Qing Tao, u otros licores, además de vinos de importación desde China como Chianti de Italia, Burdeos de Francia, Rioja de España, vinos de Australia, Chile o Sudáfrica, pero no vinos chinos. Era un vino blanco correcto, que con cierto frescor puede resultar muy apetecible. Poned todos los ojos en China si se ponen a ello como productores de vinos. ¿La uva que han empleado para ello? Una uva alemana, Riesling, que le aportaba un cierto caracter afrutado, cítrico y floral, pero realmente el resultado era muy suave.

Y todo este juego, cata y debate internacional tuvo lugar para dar la bienvenida a nuestros nuevos alumnos en prácticas, que desde diferentes puntos del Corredor del Henares y desde tres IES diferentes (IES Brianda de Mendoza, IES Francisco de Quevedo, IMF) hacen las FCTs con TuComex por medio de un convenio firmado con los centros formativos en los que cursan el Grado Superior de Comercio Internacional.

Estos son algunos de los comentarios que nos transmitieron los alumnos al cierre del día:

Jesús Álvarez:

Hoy he comenzado una nueva etapa, la cual afronto con muchas ganas después de las grandes sensaciones que he recibido esta mañana. Comienzo mi formación con TuComex y desde el primer momento, tanto Cristina como Alberto me han transmitido que va a ser una experiencia única y no tengo dudas de que va a ser así. TuComex es una empresa seria (con autoridad en el sector), pero sin perder el concepto de cercanía con los clientes, acompañándoles en todos sus proyectos de la mano.

 Lucía Roldán:

La empresa TuComex ha tenido el placer de recibir a los nuevos becarios que comienzan a formarse en el mundo del comercio internacional, a los cuales pertenezco. Como fiesta de bienvenida, organizó una cata de vinos donde pudimos ser partícipes de las historias y características que distinguen a cada clase de esta bebida tan famosa.

Fue una reunión amena, entretenida, interesante y sobre todo, didáctica, ya que Cristina Peña, CEO de la compañía, nos hizo ver junto con uno de los expertos que nos acompañaron cómo funciona el área de los vinos, y nos permitió viajar por todo el mundo sin levantarnos de la silla. “Visitamos” Nueva Zelanda, China y Francia entre otros países mientras nos reíamos y disfrutábamos.

Gracias al gran recibimiento que nos han dado el primer día, puedo afirmar con toda seguridad que me espera un camino en TuComex, lleno de amigos y conocimientos.